Los ingenieros agrónomos de Tenerife celebran la festividad de San Isidro poniendo en valor el papel estratégico de la profesión en Canarias

Los ingenieros agrónomos de Tenerife celebran la festividad de San Isidro poniendo en valor el papel estratégico de la profesión en Canarias
Prensa

En el marco de las celebraciones de la festividad de San Isidro Labrador, patrón de los ingenieros agrónomos, la Delegación en Santa Cruz de Tenerife del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias ha organizado este 24 de mayo, una jornada muy especial en la emblemática finca de la Quinta Roja, en Garachico. Este encuentro, el primero bajo el mandato del nuevo delegado en la provincia, Elías Marrero, ha reunido a ingenieros agrónomos colegiados. La jornada incluyó una visita a las parcelas experimentales de la Quinta Roja. Allí, los asistentes también participaron en una charla sobre el uso de sondas para gestionar el riego de forma eficiente.

Como colofón, los asistentes compartieron una comida con productos tradicionales canarios, en una celebración que sirvió tanto para rendir homenaje a la historia de la profesión como para poner en valor su actualidad y proyección de futuro.

Y es que si bien muchos asocian la ingeniería agronómica a la imagen del profesional en el campo, la realidad va mucho más allá. Hoy, los ingenieros agrónomos son piezas clave en ámbitos tan variados como la producción de alimentos, la sostenibilidad ambiental, la innovación tecnológica en el sector primario o el diseño de industrias agroalimentarias. Su labor es esencial para el desarrollo económico y social de las islas.

 

Un origen con historia y vocación de servicio público

La profesión de ingeniero agrónomo tiene un largo recorrido en España. Su origen se remonta al 1 de septiembre de 1855, con la creación por Real Decreto de la Escuela Central de Agricultura en Aranjuez (Madrid), bajo el reinado de Isabel II. Desde entonces, su evolución ha ido de la mano del desarrollo agrario y alimentario del país. En Canarias, aunque la distancia geográfica parecía un reto, la ingeniería agronómica encontró desde temprano un terreno fértil.

 

Producción y seguridad alimentaria: alimentar el presente y el futuro

En una comunidad como la canaria, donde el autoabastecimiento alimentario es un reto permanente, los ingenieros agrónomos son actores clave. Desde el diseño, proyecto y dirección de explotaciones agrícolas eficientes hasta las industrias de transformación, estos profesionales garantizan la calidad, seguridad y sostenibilidad de lo que llega a nuestra mesa.

Su trabajo abarca desde el cultivo hasta la industrialización de los alimentos: centrales hortofrutícolas, productos de cuarta y quinta gama, gestión de residuos agroalimentarios, logística y distribución. También están en la investigación de nuevas variedades más resistentes o adaptadas al cambio climático, como las que se estudian en las parcelas experimentales de Tenerife.

 

Gestión del agua e infraestructuras de regadío: un recurso vital en las islas

La escasez de agua ha sido históricamente uno de los grandes condicionantes de la agricultura canaria. Aquí, la ingeniería agronómica ha jugado –y sigue jugando– un papel esencial. Los ingenieros agrónomos diseñan y gestionan infraestructuras de regadío eficientes, sistemas de riego localizado, recuperación de aguas y aprovechamiento de recursos hídricos alternativos. Gracias a su conocimiento técnico, muchas zonas de secano se han transformado en áreas productivas.

 

Medio ambiente, energía y ordenación del territorio: sostenibilidad con sello agrónomo

Lejos de ser ajenos a los desafíos ambientales, los ingenieros agrónomos lideran muchas de las iniciativas de protección del entorno. En Canarias, su labor está presente en la recuperación de suelos degradados, la lucha contra la erosión, la reforestación, la conservación del paisaje agrícola tradicional o el control de especies invasoras. Además, tienen capacidad suficiente para participar activamente en la planificación territorial, diseñando zonas rurales equilibradas y resilientes.

La apuesta por las energías renovables también forma parte de su día a día, con proyectos de agrovoltaica, eficiencia energética en explotaciones o aprovechamiento de residuos para biogás. En definitiva, contribuyen a una Canarias más verde y preparada frente al cambio climático.

 

Innovación y desarrollo rural: tecnología y personas en el centro

Los ingenieros agrónomos son, además, motores de innovación. Aplican tecnologías como la agricultura de precisión, sensores, drones, modelado de datos o inteligencia artificial para hacer más eficiente y rentable la actividad agropecuaria. Pero también están al lado de las personas, acompañando a agricultores, ganaderos, cooperativas y empresas agroalimentarias en la mejora de sus procesos y resultados.

En muchos municipios rurales de Canarias, su presencia es una garantía de dinamismo económico, fijación de población y calidad de vida.

 

Arquitectura del paisaje y diseño rural: belleza funcional

Uno de los campos menos conocidos pero más fascinantes de la ingeniería agronómica es la arquitectura del paisaje. En nuestras islas, donde el valor estético del entorno es tan relevante para la identidad y el turismo, estos profesionales diseñan espacios rurales y periurbanos que armonizan funcionalidad, biodiversidad y belleza. Parques agrícolas, jardines botánicos, áreas recreativas y senderos verdes son solo algunos ejemplos. El Palmetum de Santa Cruz de Tenerife, un jardín botánico de 12 hectáreas de extensión construido sobre una montaña de basura fue un proyecto liderado por ingenieros agrónomos.

 

Profesionales versátiles al servicio de Canarias

Los ingenieros agrónomos pueden ejercer en la administración pública, en empresas privadas o de forma libre. Tienen atribuciones técnicas y legales reconocidas, y una formación integral que les permite abarcar múltiples disciplinas. En Canarias, son pieza fundamental de la estrategia alimentaria, ambiental y energética. Contribuyen a la soberanía alimentaria, a la transición ecológica y a la mejora del tejido económico e industrial de las islas.

Este 24 de mayo, en la hacienda del Cabildo de Tenerife, no solo se honró la figura de San Isidro Labrador. También se puso en valor el papel, muchas veces invisible pero siempre esencial, de quienes hacen posible que el campo avance, que la industria se modernice y que nuestros paisajes sigan vivos: los ingenieros agrónomos.

En un mundo en transformación, su trabajo no solo alimenta; también cuida, conecta, preserva y proyecta un futuro más sostenible para todos.

 

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Isabel Caballero

Responsable de Comunicación

COI Agrónomos de Centro y Canarias

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